Miguel Hernández
Hace un tiempo conté cómo surgieron los que hoy llamamos LOS PRESTAMOS en nuestro pueblo.
Los mismos fueron una consecuencia de la pavimentación de la RUTA 4.
“EL ARENOSO” surgió de una consecuencia más… y, después de un suceder de intensos trabajos en comunidad, brindó y brinda beneficios importantes…

El Señor Enzo Meier recuerda cuando llegaron unas personas a su casa del campo y con la explicación que eran enviados por el gobierno, comenzaron a perforar y tomar muestras de la tierra.
Don Enzo comenta: “En aquellos tiempos éramos muy respetuosos y si alguien decía que traía órdenes del gobierno, jamás se nos ocurriría evitar que cumplieran con su objetivo”
Meses después, llegó la empresa S.A.O.P.I.M. con sus máquinas y comenzó a extraer la arena que se necesitaba para la pavimentación de la Ruta 4.
Le prometieron que pagarían el material utilizado y dejarían el terreno en las condiciones en que lo tomaban.
Con una sonrisa expresa: “Nunca me pagaron ni tampoco dejaron la tierra en condiciones… quedó una fosa bastante honda de más de nueve hectáreas, y con el paso de los años las malezas se fueron acumulando… Con resignación dejamos las esperanzas de lado... y el tema pasó al olvido..."
"Después de veinte años, una tarde de verano, dos amigos llegaron a visitarme con una propuesta que me pareció idea de locos! La fosa parecía tener un destino exitoso según ellos... Accedí al pedido ya que los vi muy entusiasmados y seguros“
El Doctor Arturo Serrano, uno de los visitantes y actual Director del S.A.M.Co. SANTO DOMINGO, relata lo siguiente:

Recorriendo el distrito con el Señor José Luis Rey (Puchi), descubrimos la “cava” en el campo del Sr. Meier . Lo vimos como el lugar ideal para construir una pista para las picadas, ya que era una especie de fosa grande donde el público podría ubicarse en el contorno y disfrutar del evento viéndolo desde arriba, y sin correr peligro.
Sin pensarlo más, nos dirigimos a visitar a Don Enzo, con la propuesta de que, si nos prestaba el predio, trabajaríamos para construir un circuito. Él nos miro algo sorprendido porque era tanta la maleza que cubría el terreno, que parecía imposible limpiarlo. Finalmente accedió”.

Comenzaba así… arrasando malezas y abriendo paso en esa fosa de nueve hectáreas, el camino a lo que se convertiría tiempo después en el circuito “EL ARENOSO”
Vendrían días de mucho trabajo, de esfuerzos compartidos, de críticas e inquietudes diferentes,… pero nada de eso los detendría…
MUCHAS GRACIAS:
A DON ENZO por su amabilidad y paciencia!
Al Dr. Arturo Serrano por su predisposición!
A Miguel Corazza, por su valioso aporte que seguramente continuará!
A TODOS los que colaboran y aportan datos y sugerencias!