LO QUE SOLOS NUNCA PODRÍAMOS REALIZAR ...”
Hace más de 30 años, un grupo de jubilados de Santo Domingo, se reunieron con el deseo de agruparse.
Ellos llevaban consigo la acertada idea de que ser abuelos no es sinónimo de ser viejos, sino personas mayores en plena actividad y con capacidad de proyectar y aprender situaciones nuevas... personas con un cúmulo de experiencias, de saberes atesorados, de sentimientos desbordantes, y mucho más para ofrecer y compartir.

Constituyeron en el año 1979 una comisión organizadora de un Centro de Jubilados y Pensionados para nuestro pueblo. El grupo trabajó durante meses en la realización de un empadronamiento y fue afianzando sus ganas y contagiándola a otros hasta consolidar la constitución definitiva el día 12 de octubre de 1982.
En esta fecha asumieron, como presidente el Señor Guillermo Beutel, como secretario el Señor Aldo Mozzati y como tesorera la Señora Teresa de Gatti.
Inmediatamente actualizaron el registro de socios y se redactaron los estatutos de la naciente entidad.
Posteriormente solicitaron la Personería Jurídica y comienzaron las actividades propias de una institución de esa índole.

En el año 1984 se renovó la comisión y asumió la presidencia la Señora Elida Schachner. Se planificaron diversas actividades y comenzaron las gestiones para construir la sede del Centro de Jubilados.
El entusiasmo los invade viendo el apoyo que reciben de toda la comunidad y con la firme esperanza de concreción inician los trámites necesarios.
Consiguen un terreno donado por el Señor Aldo Bonamino y su esposa Elisinda Alovatti. Distintos profesionales colaboran con mensura (Ilse Lehn) y planos (Oreste Blangini).
Todo el pueblo colabora en la medida de sus posibilidades con materiales, con dinero, con animales, con horas de trabajo, y de esa manera se va cristalizando una realidad muy anhelada.

El 6 de noviembre de 1987, en un emotivo acto, se inaugura la primera etapa del edificio –salón de actividades (6m x 10m), sala de enfermería, baño y depósito- quedando en proyecto cocina, galerías, segundo baño, sala de velatorio.
Esta segunda etapa es inaugurada en el año 1991.
Hoy día se ofrece atención diaria de enfermería y pedicuría. En el salón se realizan diversas actividades saludables y culturales como ser, gimnasia, exposiciones, charlas informativas, encuentros de camaradería en los que se alternan comidas con momentos de sano esparcimiento.

La función social que desarrolla es invalorable, tanto para los afiliados como para toda la comunidad.
(Fuente: Revista Centenario - Testimonios orales)
Todas los seres tienen un gran conocimiento que pueden aplicar, lo que se necesita es garantizar que puedan hacerlo de manera paulatina para no perderse como personas productivas...
Trabajar unidos por una meta en común es revitalizar la posibilidad de seguir experimentando anhelos, los impulsos que quedan, ese “todavía” de cada uno para seguir esperando con ansiedad la plenitud soñada...