“Bailar era algo más que poner el cuerpo en movimiento,… era alimentar el alma y el espíritu para renovar fuerzas y luego continuar en la ruda tarea del campo…”
Santo Domingo, a diferencia de localidades vecinas, contó desde pocos años después de su fundación, con tres importantes salones en los que se realizaban fiestas y bailes con orquestas.
Nuestra localidad también fue cuna de muchos músicos. Acordes de orquestas como LOS ASES y LOS ASTROS, embellecían las fiestas y marcaban los compases, al ritmo de los cuales bailaban nuestros abuelos.
En el salón del Sr Emilio Wettstein, además de bailes con orquesta, se ofrecía cine y se realizaban importantes reuniones de política.
Cada uno trataba de brindar el mejor espectáculo para atraer gente.
En oportunidades se programaban bailes en ambos y las personas elegían a cual asistir.
El que no tenía asistencia debía suspender la función; “la contra” los había superado era el comentario que se escuchaba.
La necesidad de diversión superaba toda dificultad para llegar a destino. Todos llegaban a la fiesta en sus carros tirados por caballos después de viajar durante horas.
Los ataban a algún árbol o poste que encontraban al costado de la calle, hasta el momento de regresar a sus casas a continuar con la labor diaria.
Y a propósito de estos vehículos contaré anécdotas de lo que sucedía afuera de los salones… Parece que no a todos les gustaba bailar y saciaban su necesidad de diversión con travesuras…
* Cuentan unas tías abuelas que los viajes en carro se hacían largos y se sentía mucho el frío. Por eso llevaban muchos abrigos y frazadas para el regreso y los dejaban sobre el carro en una bolsa. No había peligro en ese tiempo, nadie robaba.
En una oportunidad salieron del baile y no encontraron su ropa. Buscaron y buscaron y nada. Cuando emprendieron el viaje notaron que algo volaba en el cuello de los caballos. Alguien les había hecho una broma atándoles sus sacos a los animales.
* También comentan que los caballos conocían el camino hacia la casa de sus dueños, entonces a ciertas personas les encantaba cambiarlos entre carruajes de gente que vivía en puntos cardinales opuestos.
Luego esperaban el final del baile y se sentaban a observar como los conductores de los carros tomaban las riendas para salir e insistían en que los caballos doblen hacia un lado y los pobres animalitos se resistían. Pasaba un largo rato hasta que el dueño se daba cuenta de que, a pocos metros, a otra persona le ocurría lo mismo, entonces caía en la cuenta de la broma.
* Otra broma muy conocida era aflojar las ruedas del carro, dejarlas como para que se note el movimiento del vehículo y el dueño tenga que detenerse a ajustarlas.
A veces estas bromas desencadenaban peleas porque no siempre el afectado tenía el buen humor suficiente para aceptarlas y reirse junto al bromista.
Quienes relatan estos sucesos se ríen tanto que casi no logran seguir hablando. Evidentemente se divertían y mucho!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
17 comentarios:
tres salones colo!!!
por lo que contás, el riesgo de fracaso existía...
¿cuantos habitantes tenía santo domigo en esa época?
muy graciosas son las anecdotas que relatas....y veo que Santo Domingo era en esa época un pueblo alegre...........
ajajajajaa me muero con las anécdotas que contas de los carruajes!!! Me hizo recordar a las travesuras que contaba mi papá de cuando era chiquito!
Muy bueno, Colo!!!
Besoss
Estas lindas historias y anècdotas Colo, siempre me llevan a reflexionar que hay bastante de verdad en "todo tiempo pasado fue mejor". No me parece las generaciones del 2000 puedan recordar cosas asì en un futuro.Me estarè poniendo muy viejo y rezongòn?
Hugo: Por ahora tu pregunta queda sin respuesta. Yo pensé lo mismo cuando escribía para el post.
Estoy averiguando si existe algún dato, en unos días lo sabré.
Y sí, ellos mismos sabían que se exponían al fracaso.
Norberto: Cierto, eran divertidos, y creo que lo mejor que les sucedía era no vivir en medio de tanta burocracia como nosotros. Sus mentes estaban siempre frescas a pesar de su pesada tarea.
Stella: Viste Stella, eran travesuras sanas, tal vez pesadas pero con el solo objetivo de divertirase. No había malas intenciones.
Hetitor: Tal vez en cuestiones de diversión sana fue mejor. Hice esa pregunta y me respondieron que ahora hay muchas comodidades que antes no tenían, entonces no pueden afirmar que fue mejor.
Todo tiene su beneficio y su contra no?
Gracias a todos por visitar siempre el blog.
Abrazos y buena semana!
Cambiar los caballos era un clasico, parece (Alma lo cuenta de su propio pueblo en un post anterior).
Me quedè pensando en la reflexiòn de Hetitor : Estos jòvenes de ahora recordaràn haberse divertido en el futuro?
Yo creo que sì. Ahora mismo hay jovenes y adultos que salen y se divierten, y contaràn anecdotas en el futuro. Tal vez uno tiende a idealizar el pasado, no?
Buenas sus historias, Colo. La seguimos.
Hola Adivinador, es cierto, era un clásico, y en los comentarios voy leyendo que hay muchas cosas en comun entre pueblos chicos...
Supongo eran costumbres que traían los inmigrantes...
En cuanto al tiempo pasado, personalmente no lo idealizo. Mi vida fue cambiando para mejor siempre, al menos es lo que siento.
Creo que cada uno lo piensa de acuerdo a sus experiencias.
Gracias por su aporte. Buena semana!
Que epocas, claro eran distintas en sus formas de expresion, que sanamene nos divertíamos, me haz hecho recordar mis tiempos de bailes, ibamos "acompañadas", ja ja. siempre habia en el grupo una tia o madrina soltera que nos llevaba y "cuidaba".
No dejo de sonreirme poque sanamente la pasabamos bomba!!!
Cariños
Abuela ciber bienvenidaaaa!!!
Qué bueno que te haga sonreir el tema bailes. Tenés razón, las chicas iban acompañadas, las "cuidaban".
Lo más importante es que la pasaban bomba!
Un abrazote!
Yo creo que esas diversiones no pueden sacarse de contexto. Seguro que al que le cambiaban el pingo del carro no le gustaba nada. Más aun en las madrugadas del recuerdo de infancia de nuestra Pampa Gringa Santafesina, donde la "helada" se hacía sentir, pese al "combustible" de caña paraguaya o itálica grappa que los hijos de "deustches" cargaban en los salones de bailes de Santo Domingo. Seguro que a nadie le gustaba cambiar el tiro de un caballo que no era el suyo con un "tornillo" de aquellos. Pero...así y todo que sanas diversiones. Hoy tal vez algunos de esos chistosos mozalbetes, ya cargados de años y trasladados hace mucho por efecto combinado de la despoblación rural, la sustitución de importaciones y las posibilidades de estudios para los hijos, a Rosario, sufran en algún barrio rosarino la impotencia de las madrugadas de los viernes al sábado y del sábado al domingo, cuando deben encerrarse en sus casas trémulos de indefección, porque por la calle pasan destruyendo a piedrazo puero, frentes, faroles, etc., adolescentes proletarios que regresan del boliche, definitivamente presos del paco o la macoña. !Que distinto hubiera sido nuestra patria si en los años del cuarenta hubieramos seguido con la idea de una Argentina crisol de pueblos europeos con su cultura del trabajo, antes que la prebendaria demagogia de traer con fines espureos a los pobres desclasados cinco siglos ha, de la idea de Occidente, idea que nuestro país como ningun otro, gracias a Sarmiento, Alberdi y demás conmilitones de la Generación del 37 encarnó.
Beso Colo, tus viñetas acerca de tu pueblo alegran mi corazón de una manera similar a cuando chico leía las aventuras de infancia de un luego famoso naturalista yankee en "El Roble Solitario", ese fresco imborrable de un niño de Chicago a principios de siglo en los veranos pasados junto a su Grand Má y su Grand Pá (sus nonos anglosajones) en Furnesville, nombre que encubre como todos los genios saben, el verdadero nombre en las dunas del Lago Michigan, a Santo Domingo.
El cuervo rosarino
Hola Cuervo, qué bueno que mis historias alegren tu corazón.
Tus comentarios, junto a los de todos los que visitan el blog y escriben sobre cada post, son los que me dan las fuerzas y las ganas para seguir contando sucesos.
Un abrazo!
Respondiendo la pregunta de Hugo.
En el año 1960 los habitantes de Santo Domingo eran 1359.
Se calcula (porque no hay datos exactos) que el crecimiento promedio por década era del 6%, en aquella época.
Considerando ese dato los habitantes en la década del 50` serían 1280 aprox., y en la década del 40`, 1210.
No eran tan pocos, sucede que el crecimiento de los pueblos es escaso, los jóvenes se van a estudiar a las ciudades y ya consiguen trabajo y no regresan.
tres salones para esa cantidad de habitantes parecía mucho, no???
se deberían tenrer que esmerar para no fracasar!!!
otra cosa que no te dije en el post anterior: me dio gracia leer la expresión "la contra"
era usual escucharla antes en mi familia a mis padres, tíos y tías, (hoy las únicas tías que vivien tienen de 75 a 85 años)
creo que la misma ya casi no se usa, por lo menos en mi familia no la usamos ni yo ni mis primos y primas.-
Es cierto Hugo, hoy día ya no se usa esa expresión. Me llamó la atención y por eso la resalté.
Cuando oigo contar historias noto que lo usan seguido al término, se nota que lo llevaban muy "pegado", pero el uso no se escucha en su dialecto cotidiano.
Gracias por tus comentarios!
Colo, me encantó la historias de los salones y las orquestas que me imagino eran la jazz o "moderna" y la típica... ADORÈ!!! a ese bailarín fenomenal de la foto!!!!
Una pregunta, también estaban los salones de baile divididos entre los de buena fama y mala fama? Que en realidad en los de mala fama no pasaba nada, simplemente concurrían - al menos en mi pueblo - en su mayoría peones de campo y sus patrones danzaban en los de buena fama. La travesura era: los hijos de los patrones "escaparse" a los de mala fama, solo p'a divertirse y bailar sin tanto acartonamiento que les producía su familia o los atentos ojos de la chaperona .
Muy buena historia.
Besos bailados!
Hola Alma, te cuento que lo de las orquestas moderna y típica, surgió en la zona, después de 1970.
En cuanto a la división de salones, aquí no existió, supongo que porque no había "patrones", digamos que eran todos campesinos de 100 has y trabajaban ellos con su familia.
Hoy día sucede lo mismo. Muy pocos chacareros tienen empleados. Casi todos trabajan en familia.
Un abrazote Alma y muchas gracias!
"El bailarín fenomenal de la foto" como lo llamo Alma es mi querido abuelo José. Solo compartí con él 8 años de mi vida pero fueron imborrables los días que pasé a su lado...me encantó y emocionó verlo en esta foto.
Publicar un comentario