El cooperativismo resultó vital para el desarrollo de SANTO DOMINGO, distrito de 16.619,21 hectáreas ubicado en el departamento Las Colonias, dentro de la cuenca lechera más importante del país.
Mediante este movimiento se logró romper el aislamiento y la indefensión de los productores agropecuarios frente a los llamados almacenes de ramos generales, los acopiadores y los monopolios, que postergaban en forma permanente sus aspiraciones de progreso.

Las tres Cooperativas de nuestro pueblo: SANTO DOMINGO Y SARITA LIMITADA, SANTO DOMINGO NORTE LIMITADA, y LA TERCERA LIMITADA, aumentaban día a día la cantidad de asociados y por ende los tamberos y los litros de leche.
Como consecuencia natural de la solidaridad entre productores, y convencidos de que económicamente era lo adecuado, en el año 1981 se produjo la fusión de las tres cooperativas quedando unidas bajo el nombre de la más antigua.

Superando asimismo grandes dificultades, el espíritu emprendedor del hombre de campo organizado cooperativamente, no circunscribió su acción simplemente al ámbito local de su entidad primaria. Los desafíos eran cada vez mayores y exigían también mayores compromisos.
Así comenzaron a surgir las primeras federaciones de cooperativas, o cooperativas de cooperativas como se las llamó inicialmente.
La primera federación tambera fue la Unión de Cooperativas Ltda. San Carlos, de la localidad de Esperanza, a la que la Cooperativa de Santo Domingo entregaba su producción.

Diez años después nació la Fábrica de Manteca “SANCOR” en la zona de Suncháles, también provincia de Santa Fe, conformada por la unión de pequeñas cooperativas tamberas.
En el año 1982 la Cooperativa SANTO DOMINGO Y SARITA LIMITADA, convocó a una asamblea de asociados y en esa reunión, decidieron entregar la producción a SANCOR.
Cierta cantidad de tamberos no estuvo conforme con la decisión de la mayoría y optaron por otras fábricas que habían surgido en esa época, tales como SANTA ROSA, MILKAUT, LA PAULINA,…
En la primera parte de la década del 90, nuestra zona experimentó el mayor auge en producción lechera. La cantidad de tambos en SANTO DOMINGO llegó a ciento treinta y seis,… hoy día quedan treinta y siete.

El sector lechero perdió competitividad a partir de 1999. En el momento en que la producción típica de la región se vio tan afectada, apareció el nuevo modelo tecnológico, y surgió el boom sojero.
Los pequeños productores que se encontraban con baja rentabilidad económica, se vieron en la obligación de decidir: o seguían con un establecimiento pequeño no rentable que terminaba en la desaparición económica, o alquilaban las tierras a otros que tenían más capital obteniendo más rentabilidad.
Está bien claro cuál fue la elección, no tuvieron alternativa, excepto los que tomaron decisiones confiando en sus fuerzas, y luchando lograron salir adelante.
En la actualidad sigue sucediendo, continúa el éxodo. Quien tiene oportunidad de recorrer el campo se encuentra con gran cantidad de casas abandonadas, deshabitadas y rodeadas de pastizales, sus propietarios de origen debieron marcharse buscando alguna labor que les permita vivir más dignamente, o alquilaron y descansan en alguna vivienda de la zona urbana.