CENTRO DE DÍA "EL JACARANDÁ"

"Yo te canto con el corazón, yo te canto con mi voz.
Y si me falta la voz yo te canto con las manos,
y si me faltan las manos yo te canto con el corazón,
y si me falta el corazón es que en el cielo estamos los dos"
Sandra Mihanovich



El día 10 de septiembre de 2002, marca un momento inolvidable para la historia de nuestro pueblo.
En esa fecha comenzó a funcionar en el SAMCo de Santo Domingo, el CENTRO DE DÍA “EL JACARANDÁ”.

Rosana Gut, nacida en la ciudad de Esperanza, y casada con un joven de la localidad, es una habitante más, una persona que se interesaba por la calidad de vida de “nuestra gente”…

La visité para que me contara su experiencia…

Ella inició sus días en Santo Domingo trabajando como Terapista Ocupacional en el hospital local… Allí conversando con el Director del SAMCo, supo de relevamientos realizados acerca de personas con capacidades diferentes existentes en la zona, las que podrían ser beneficiarias de variados servicios.

Su vocación la llevó a presentar un proyecto ante el Director del SAMCo y la Comisión Directiva de ese entonces.





El mismo estaba destinado a la atención de jóvenes y adultos con capacidades diferentes de la localidad y pueblos vecinos.

El Programa consistía en la creación de un Centro de Día porque los posibles beneficiarios registrados ya no tenían edad para insertarse dentro del área educativa, la mayoría no había podido completar la educación (común o especial), tampoco tuvieron acceso a otras instancias de rehabilitación que favoreciera, en su momento, el desempeño de sus capacidades.

Por ello su integración social era muy limitada, siendo el ámbito familiar el único que frecuentaban.


El Plan fue aprobado y el primer desafío fue visitar y conversar con las familias de los posibles beneficiarios.


Cuenta que fue muy bien recibida y que, a pesar de ciertos miedos lógicos que aparecen ante los cambios, las familias tuvieron muy buena predisposición permitiendo la inserción de sus hijos en el emprendimiento que tiempo después mostraría resultados increíbles para sorpresa de la comunidad.

Los primeros en participar fueron Eva Ciola, Leonardo Nagel, Maria Córdoba, Graciela Rinaldi, Pablo y Patricia Ursprung, Enzo Meier, Alicia Kern, Juan Heil y Pedro Copes.

Realizaban diversas tareas organizadas en talleres: * actividades de la vida diaria (cocina, higiene personal y alimentos); * de huerta y jardinería (siembra y cosecha de verduras y hortalizas para preparar pickles y dulces); * de expresión-cognitivos (lecturas de artículos literarios, comentarios); * manuales (realización de adornos y regalos); * recreativo-sociales (educación física, visitas interinstitucionales y juegos).

En los comienzos el equipo profesional que realizaba el acompañamiento terapéutico estaba compuesto por el médico Arturo Serrano, la terapista ocupacional Rosana Gut, la psicopedagoga Mariela Alarcón y el profesor de educación física Gustavo Llanes.

El objetivo principal de la institución era y es, brindar un espacio para que estas personas desarrollen al máximo sus capacidades y puedan insertarse activamente en la comunidad.

Luego de dos años el Centro de Día se trasladó al edificio de Cultura cedido por la comuna, ya que el espacio en el SAMCo resultaba estrecho y no permitía una óptima independencia a los asistentes.

Tiempo después, mediante el Programa Nacional Componentes Materiales, la Comuna local gestionó la construcción del edificio propio, la que se concretó y el día 15 de septiembre de 2005 todo el pueblo asistió orgulloso a la inauguración del mismo. Muchas personas colaboraron desinteresadamente para que esta realidad sea posible.

Hoy “EL JACARANDA” funciona con estructura propia y sigue creciendo…


Los habitantes día a día observamos con emoción cómo desarrollan su autoconfianza personitas que antes eran totalmente dependientes de sus familiares.


Personalmente recuerdo lo que significó asistir a la celebración de un pesebre viviente realizado en la plaza, representado por los beneficiarios del Centro de Día, las lágrimas de emoción eran las invitadas especiales aquella noche…


Ante el pedido de que relate alguna situación más relevante aún, Rosana me cuenta lo siguiente:

“Una experiencia inolvidable fue una salida que hicimos a Esperanza, visitamos distintos lugares y para finalizar fuimos a almorzar al comedor del Bienestar, yo no puedo explicarte con palabras la felicidad que yo vi en las caras de esas personas disfrutando de un almuerzo SOLOS, porque todos fueron sin familiares y los profesionales nos ubicamos en un extremo de la mesa y los dejamos que ellos coman como si estuvieran solos de verdad.
Ahí realmente te dabas cuenta de lo importante que era para ellos sentir que podían valerse por sus propios medios para comer, para cortarse la comida o servirse bebida. Esto muestra claramente como la sobreprotección a veces puede hacer más dependiente a alguien.”

Las fotos nos muestran distintas actividades que se fueron realizando desde los inicios.

En la actualidad Rosana no forma parte del personal, pero sigue emocionándose a cada instante cuando relata sucesos. Ella conserva el mismo amor que tuvo al emprender esta historia y de tanto en tanto realiza una visita a la institución.


Concurren hoy día al Centro de Día, doce beneficiarios de la localidad y trabajan seis profesionales.

Un suceso importante y muy reciente, fue la noticia del padrinazgo de PRÓSPERA MUTUAL, cuyo apoyo económico y contención reconforta el espíritu de los que trabajan por el crecimiento de la Entidad.


Muchas felicitaciones a Rosana y a todas las personas que colaboraron y colaboran para concretar realidades tan positivas y humanas, y que tanta falta hacen en estos tiempos!

Un GRACIAS enorme a Rosana por su predisposición, y a Mariela por prestarme las fotos!

Una reflexión final...

En el lenguaje de las almas la discapacidad no existe, y si nuestros cuerpos funcionan de formas diferentes, es porque tenemos CAPACIDADES DIFERENTES.